La enseñanza de las Habilidades Sociales en el contexto escolar
El contexto escolar proporciona un
entorno idóneo para la adquisición y desarrollo de las Habilidades Sociales,
pero para ello se requiere una planificación previa, coherente y coordinada que
pase por considerar todos los elementos curriculares para poder incorporar
dichas habilidades en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La Ley de Educación vigente en el Estado
Español, no incluye las Habilidades Sociales en el currículo de manera
explícita, aunque hace referencia a las mismas a través de los valores y
actitudes que el alumnado debe adquirir en el transcurso de la escolarización
obligatoria.
El Real Decreto 1631/2006, establece ocho
competencias básicas que el alumnado debe adquirir a lo largo de la
escolarización. De ellas, tres están relacionadas con las Habilidades Sociales:
·
Competencia
social y ciudadana
Entre las
habilidades de esta competencia destacan conocerse y valorarse, saber
comunicarse en distintos contextos, expresar las propias ideas y escuchar las
ajenas, ser capaz de ponerse en el lugar del otro y comprender su punto de vista
aunque sea diferente al propio tomar
decisiones en los distintos niveles de la vida comunitaria, valorando
conjuntamente los intereses individuales y los del grupo. Además implica la
valoración de las diferencias a la vez que el reconocimiento de la igualdad de
derechos entre los diferentes colectivos, la práctica del dialogo y la
negociación para llegar a acuerdos como forma de resolver los conflictos tano
en el ámbito personal como en el social.
·
Competencia
para aprender a aprender
Esta competencia
tiene dos dimensiones fundamentales. Por un lado, la adquisición de la
conciencia de las propias capacidades (intelectuales, emocionales, físicas) del
proceso y las estrategas necesarias para desarrollarlas, así como de los que se
puede hacer por uno mismo y de lo que se puede hacer con ayuda de otras
personas o recursos. Por otro lado, disponer de un sentimiento de competencia
personal, que redunda en la motivación, la confianza en uno mismo y el gusto
por aprender.
·
Competencia
de autonomía e iniciativa personal
Esta competencia
se refiere, por una parte, a la adquisición de la conciencia y aplicación de un
conjunto de valores y actitudes personales interrelacionadas, como la
perseverancia, la autoestima, la autocrítica, el conocimiento de sí mismo, la
creatividad, el control emocional, la capacidad de elegir, la capacidad de
posponer la necesidad de satisfacción inmediata, la capacidad de afrontar los
problemas, de aprender de los errores y de asumir riesgos. Por otra parte,
remite a la capacidad de elegir con criterio propio y de llevar adelante las
acciones necesarias para desarrollar los planes y las opciones personales,
responsabilizándose de ellos tanto en el ámbito personal, como laboral y
social.
La introducción de las Competencias
Básicas en el currículo, clarifica aun mas la necesidad de aprender Habilidades
Sociales como instrumento para alcanzar el desarrollo integral del
alumnado.
Publicar un comentario