Arteterapia y las habilidades sociales


Ya los antiguos clásicos conocían los beneficios que aportaba el arte en el bienestar de las personas, sin embargo no fue hasta la II guerra mundial cuando se consolidó la utilización del arte como tratamiento terapéutico. Desde entonces la expresión artística es utilizada como terapia expresiva para mejorar y desarrollar el autoconocimiento o para sobrellevar algún estado emocional negativo como por ejemplo una enfermedad. A través del arte muchas personas consiguen manifestar emociones y pensamientos que de otra forma les resulta de gran dificultad. Esta manera de expresarse aporta confianza y seguridad en uno mismo.

El arteterapia permite construir una imagen u objeto sobre el cual recae la expresión subjetiva (de pensamientos y emociones), observarse a sí mismo y ponerse en el lugar de los demás. La persona trata de crear y proyectar espontáneamente desde su mundo interior, es decir no imita la realidad. Por ello una de las técnicas que más se utiliza en la Libre Expresión que no se centra en el resultado sino en el proceso permitiendo que la persona observe y explore de manera continua la construcción de su obra. Facilita la elaboración de imágenes propias, conduce a la persona a establecer una relación entre el mundo real y sus conflictos internos, entendiendo el entorno que le rodea y hallando respuestas a sus necesidades.

En España el arteterapia se ha utilizado fundamentalmente en los ámbitos de la medicina y de los servicios sociales con personas que presentaban problemáticas muy diversas como son adicciones, maltratos, enfermedades, depresión o trastornos de la personalidad. Numerosos estudios concluyen que el arteterapia utiliza los ámbitos educativo, psicológico y artístico para rehabilitar padecimientos psicológicos porque facilita entre otros la expresión y manejo de emociones, la reflexión, el sentimiento de ser capaz, el aprendizaje de habilidades sociales y de afrontamiento.

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