Bosquescuelas: un nuevo modelo educativo


Bosquescuela es una iniciativa que tiene la misión de implantar y difundir el modelo educativo de las escuelas infantiles al aire libre en España que es un modelo educativo reglado, pensado para la formación integral de niños y niñas de 3 a 6 años (segundo ciclo de Educación Infantil).
Lo innovador de este modelo es que todas las actividades se desarrollan en el bosque, campo o playa. Se asienta sobre la experiencia de las escuelas infantiles aire libre implantadas con éxito en el centro y norte de Europa, Estados Unidos y Asia.

Bosquescuela se presenta como una alternativa innovadora para que los niños y niñas aprendan, potencien sus aptitudes intrínsecas y desarrollen aspectos tan importantes como su sentido innato de pertenencia y el respeto a la naturaleza.

El modelo educativo de la iniciativa se basa fundamentalmente en los siguientes 8 principios:

ü      La naturaleza es el aula.
ü      Los niños/as están todo el año al aire libre.
ü      La mayor parte del material didáctico proviene del medio natural.
ü      El juego libre se considera como el método más natural de aprendizaje.
ü      Los niños/as aprenden mientras viven experiencias reales trabajando sobre contenidos, desarrollando competencias y adquiriendo habilidades.
ü      Se carece de instalaciones tradicionales y las sustituye por una cabaña de madera.
ü      Dentro de un grupo, los niños/as están mezclados por niveles.
ü      Los profesores toman a los niños/as en serio como personas.

Este modelo educativo hace especial hincapié en:
§         La iniciativa personal.
§         La creatividad.
§         El espíritu emprendedor.
§         El desarrollo de la autoestima y la autoconfianza.
§         La empatía.
§         El inglés.
§         El trabajo en equipo y en la resolución de problemas.

§         La capacidad para hablar delante de los demás.

Tabla de los colores curativos


Esta tabla sugiere relaciones entre los colores, las energías del organismo, los efectos del color, los chakras y los cristales.

Algunas de las correspondencias que se proponen pueden resultar chocantes, como la del color negro, al cual siempre se le ha atribuido un inmerecido carácter negativo y que aquí tiene propiedades muy positivas. Así para los indios americanos el negro es simplemente el opuesto del blanco.

Para analizar la tabla, tomaremos algunos ejemplos:
Si siente frío y falta de energía, el rojo es el color que tiene el efecto de calentar y el granate, su piedra correspondiente.
Si siente miedo ante los cambios lleve consigo una labradorita, o medite sobre ella.
Si desea desarrollar una relación, use prendas de color naranja o lleve consigo un ámbar.

Colores curativos


En la época del antiguo Egipto, los curanderos escogían los ingredientes curativos para sus pacientes en función del color de su problema. Por ejemplo, el rojo para la sangre, el violeta para los hematomas y el amarillo para la ictericia. Es por este motivo que llevar puestas joyas o ropas con determinados colores se asociaban a la prevención de la dolencia: para contrarrestar una mala circulación se aconsejaba vestir prendas de color rojo.
En el s XX los científicos empezaron a experimentar con las ondas luminosas y comprobaron que las radiaciones rojas y naranjas eran más calientes, a diferencia de las azules y violetas que eran más frías, mientras que las radiaciones verdes mantenían unos valores entre ambos extremos.
En la actualidad, las frecuencias de luz que se emiten de forma directa, como la de los rayos láser, se utilizan en cirugía y para curar lesiones de tejidos.


La energía universal penetra en el cuerpo a través de la respiración. En efecto cuando la persona inspira no solo toma aire, sino también energía vital, y así puede mantener los niveles de energía del organismo dentro de un equilibrio apropiado. Sin embargo, si la armonía energética se quiebra, es necesaria una ayuda para su restablecimiento. En este sentido, los colores y los cristales sirven para reequilibrar y reponer la energía de los chakras. 

Cristales, colores y chakras


Una de las cosas más llamativa de los cristales es su color. Por lo general, el color es una de las primeras cosas que atrae nuestra atención, como cuando nuestra mirada es secuestrada por el intenso verde de las esmeraldas o el profundo violeta de las amatistas. Los distintos colores nos pueden afectar física y emocionalmente. Así por ejemplo, el color azul verdoso del mar actúa de tranquilizante para la vista y para el espíritu.

El color del espectro se puede utilizar como modelo para comprender cómo las diferentes energías operan en nuestro cuerpo.

Creativo y original carnaval













Una cómoda mentira (TDAH)


En un artículo publicado en la British Journal of Psychiatry, se reclama que el TDAH puede entenderse como un acuerdo que se toma por hecho pero que no tiene una base natural. En este caso, el autor de dicho artículo sostiene que el TDAH se clasifica como trastorno debido a las convenciones sociales en cuanto a lo que se considera comportamiento normal y anormal. Es decir, aquellos que están en la parte alta del espectro de inquietud e inatención son calificados como "problemáticos" y se les da una etiqueta médica. Así mismo, afirma, que la base neurobiológica del TDAH no supone un desafío puesto que la diversidad neurológica puede preverse en cualquier espectro de comportamiento. En cuanto a las desventajas del TDAH, indica que los comportamientos considerados diferentes de lo que se considera "normal" también pueden ser desfavorables.

Por otro lado, Joseph Knobel Freud, psicoanalista infantil español y sobrino-nieto de Sigmund Freud, postula que el “El TDAH no existe, y por ende no es un trastorno neurológico; sino que realmente es un invento de esta sociedad de la inmediatez en la que vivimos, y que nos lleva a la hipermedicalización de niños que son más movidos”. 

Controversia en torno al tratamiento del TDAH

Hay  autores sobre el tratamiento del denominado trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que se preguntan si quizá se está diagnosticando en exceso y si, por tanto, se está sobremedicando a toda una generación. Esta es una duda justificada y preocupante, que confrontan varios autores.

La confrontación se basa en los siguientes argumentos:
ü      La sospecha de que el trastorno está sobrediagnosticado
ü      El tratamiento se basaba en observaciones comportamentales en lugar de pruebas de laboratorio
ü      El diagnóstico y tratamiento pueden utilizarse como herramientas de control en niños intransigentes ante exigencias disciplinarias
ü      Las diferencias neurológicas en pacientes con TDAH pueden no ser patológicas
ü      Etiquetar al niño como enfermo puede ser contraproducente para su autoestima y para sus relaciones interpersonales
ü      Para el tratamiento se prescriben drogas anfetamínicas (como la dexanfetamina, o el metilfenidato). Estos fármacos prescritos provocan los mismos efectos secundarios que la cocaína y la anfetamina, por lo que pueden desembocar en el deterioro de la salud infantil.

El diagnóstico del TDAH parte del modelo fisiopatológico (predominante en los EE.UU.) que postula que la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad constituyen una enfermedad. Ahora bien, la concepción del trastorno es distinta si se considera según el modelo psicopatológico, que contempla el funcionamiento psíquico y neurofisiológico como un todo organizado (una estructura), en el que tanto una alteración orgánica como un conflicto psíquico provocan un reajuste general del cerebro para mantener en lo posible la unidad y la cohesión del organismo, su adaptación y su reproducción. Diversos autores destacan la importancia de los factores relacionales en la aparición del TDAH en la infancia, especialmente las alteraciones de la dinámica familiar, ya sea por enfermedad o ausencia de los padres, o por los cambios sociales y culturales que no ayudan a sostener el deseo de maternidad ni protegen la relación madre-bebé. Hoy día, muchos progenitores se encuentran inseguros con respecto a su papel en la crianza de los hijos y con frecuencia no consiguen sostener la vida emocional del bebé, dar calma y sentido a sus expresiones de malestar.

El TDAH puede pensarse como un conjunto de manifestaciones sintomáticas de un conflicto interno del niño o de un déficit en la construcción del aparato psíquico que, permitiría contener y dirigir a buen fin la tensión interna, los impulsos y necesidades dirigidos a los otros. La conducta hiperactiva desorganizada, que surge tempranamente en la vida del niño, es señal de fallos en la estructuración del psiquismo; remite a vivencias que no han podido ser integradas ya sea porque exceden las posibilidades mentales del niño en esa etapa, ya sea porque en realidad se trata de carencias, es decir, de la ausencia de ciertas experiencias necesarias para la organización del mundo de las emociones y del pensamiento. Sea cual fuere la estructura que produce un cuadro con hiperactividad y cualquiera que sea la forma que adopte esa hiperactividad en el niño (o en el adulto) es siempre reflejo de un trastorno del pensamiento como regulador de la vida instintiva y pulsional, de la capacidad del psiquismo para tramitar los impulsos de forma adecuada, evitando la descarga motriz. Es en el contexto de la relación intensamente afectiva entre los padres y sus hijos pequeños donde se construye esa capacidad de pensamiento y de tramitación de las emociones, los impulsos y los deseos. 

Tratamiento para el TDAH


Cuando se diagnostica a un niño de TDAH, se establecen tres objetivos que tratan de  lograrse mediante el tratamiento:

•       Normalizar los síntomas del TDAH.
•       Diagnosticar y tratar los posibles trastornos asociados.
•       Prevenir o paliar las consecuencias del TDAH

Para conseguirlo hay que informar y asesorar sobre el tratamiento.
El tratamiento del TDAH con mayor garantía científica incluye fármacos, reeducación pedagógica y entrenamiento a padres en el manejo de los comportamientos alterados de su hijo. Estos tres aspectos siempre se adaptan a las características del niño.

Además, en el tratamiento del TDAH, así como en otros muchos trastornos se pueden aplicar diferentes técnicas basadas en distintos marcos teóricos siendo uno de ellos el arteteriapia, siempre y cuando el contenido y estructuración de las técnicas y actividades se adapte a las características y las necesidades particulares de cada niño.